DEFINICIÓN DEL PLAN DE MARKETING POLÍTICO
Cuando un partido político decide afrontar un proyecto ganador a medio y largo plazo, debe entre otras cosas definir bien una serie de actividades o acciones a llevar a cabo. Para ello, el plan de marketing político es la mejor herramienta de trabajo para ayudar en la identificación de los objetivos políticos, las estrategias y tácticas políticas para conseguirlos y, finalmente, servir de base y guía en todo el trabajo de cualquier campaña política.
Para diseñar un plan de marketing político con éxito, el candidato o partido político tiene que reflexionar, pensar y saber en que contexto electoral se va a desarrollar el trabajo con los agentes y elementos internos y externos relacionados con el proyecto político.
Algunos de estos son la competencia política, el mercado electoral, los votantes o electores, la situación y ambiente político, las tendencias, los avances de resultados en encuestas políticas y así hasta un largo etcétera de apartados a tener en cuenta en la confección de un óptimo plan de marketing político para un candidato político con aspiraciones a vender más y mejor su marca política.
Podemos encontrar muchas variaciones dentro del diseño de un plan de marketing, el plan de marketing político digital, el plan de marketing político electoral o el más tradicional, al fin y al cabo, se trata de establecer y cumplir, con el mayor criterio posible, una serie de acciones y actividades programadas en un determinado espacio de tiempo.
ESTRATEGIAS Y OBJETIVOS POLÍTICOS
Si una agrupación política quiere alcanzar buenos resultados en su comunicación y actividad política, debe tener una o varias estrategias bien estructuradas y claramente orientadas a conseguir los objetivos previamente marcados dentro de este instrumento de planificación.
Se trata de conseguir ordenar y agendar actividades como puedan ser la investigación del mercado electoral en el que se desenvuelva el candidato o partido político, la promoción de la marca política, todo lo relacionado con la comunicación política, la formación de los equipos de trabajo, la creación y puesta en funcionamiento de los canales de comunicación.
ACCIONES Y TÁCTICAS POLÍTICAS DEL PLAN
En otra escala también necesitaremos trabajar en el desarrollo y lanzamiento de los diferentes productos políticos y muchas acciones y tácticas políticas que ayudarán a conseguir mejores resultados en una cita electoral.
Todas estas acciones políticas no pueden trabajarse sin la visión de un proyecto común y perfectamente alineado con los objetivos y estrategias del plan de marketing político para el candidato a cualquier gobierno. La labor del consultor político en este espacio puede resultar muy provechosa. La visión externa y objetiva siempre ayuda a clarificar el capítulo de objetivos en política.
Todas las actividades en su conjunto forman parte del plan y por consiguiente están necesitadas unas de otras para dar mejor consistencia no solo a la marca política, sino al futuro del proyecto político del partido o gobernante.
DIFERENCIAS ENTRE PLAN DE MARKETING POLÍTICO Y ELECTORAL
Hay que diferenciar claramente el plan de marketing político del plan de marketing electoral.
Este último está incluido en el primero, ya que su objetivo principal es dar soporte a un periodo mucho más acotado en el tiempo. Mientras, el primero engloba un periodo y planificación mayor, no solo por contar con mayores plazos de ejecución, sino por tener en cuenta capítulos y trabajos que en campaña electoral simplemente no tendrían tiempo ni de estudiarse ni de ponerse en marcha.
Claro ejemplo es el apartado de cursos, seminarios o formación política que a veces se contemplan dentro de un plan de marketing político a largo plazo, ya que en el periodo de campañas electorales no se tiene en cuenta ni seguramente sea el momento más propicio para formar los equipos en política, se tiene que hacer con más previsión y antelación.
PARTICIPANTES DEL PLAN DE MARKETING
Hacer un buen plan de marketing político para ganar elecciones es sinónimo de motivación y de incentivar a los integrantes de una formación política.
Los militantes, afiliados y simpatizantes directa o indirectamente llegan a participar de él a través de consultas, ideas, propuestas y otras aportaciones muy valiosas para la organización. Además, tener y saber que vamos a hacer con objetividad y orden de por si ya muestra el camino a seguir y las diferentes metas políticas que podemos ir consiguiendo a lo largo del tiempo.
Cualquier partido político moderno debe de contemplar contar con su plan de marketing político compartido con los integrantes del equipo político. Solo así, mantendrá en épocas de vacío electoral, a la agrupación en activo y con objetivos a cumplir en el medio y largo plazo.
Es la innovación en la promoción de marca política donde el plan de marketing puede desarrollar acciones de diversificación de la oferta política, poner en valor los programas y acciones de gobierno actuales o venideros y captar posibles votantes interesados en los productos de los que dispone el partido político.
FASES DEL PLAN DE MARKETING POLÍTICO
Para la elaboración de un Plan de Marketing político, a modo de ejemplo, se definen 6 etapas de trabajo. Este proceso sistemático puede contener más o menos etapas dependiendo del proyecto o la metodología de trabajo. Este ejemplo de plan de marketing político se define en los siguientes fases:
FASE 1: Estudio inicial del territorio y conocimiento del electorado, aspectos demográficos y socioeconómicos.
Se estudian los aspectos básicos de manera general, como la localización y alcance territorial: municipal, provincial, regional, nacional. Descripción más detallada de la evolución de la población, características de la población por sectores económicos, nacionalidad, edad, hábitos de consumo y otros apartados.
En esta fase previa y al objeto de entender la realidad social, antes de profundizar en su análisis, también se estudian los recursos y oferta política con que se cuenta en la organización. Por último, analizar cuantitativa y cualitativamente los resultados obtenidos para segmentar más y mejor los diferentes nichos y targets de votantes, así como los factores que modelan la oferta política.
FASE 2: Informe sobre la oferta y la demanda política.
En este informe se analizarán los agentes que, directa o indirectamente, afectan al contexto electoral. Por un lado, tenemos los actores necesarios para llevar a cabo el proyecto político: medios de comunicación, equipos y recursos políticos, branding político, posicionamiento de marca, producto político, características de la demanda, quien prescribe nuestra marca política, gustos y preferencias, tipo de votante, procedencia del elector.
Aquí juega un papel fundamental conocer que demanda la ciudadanía, sus inquietudes y necesidades, trabajos en neuromarketing político.
Teniendo en cuenta los datos anteriores, los productos y soluciones políticas a la demanda poblacional, podrán adaptarse mucho mejor a las necesidades del ciudadano, además esta segmentación rentabilizará las acciones de promoción política llevadas a cabo por el partido político, su líder o candidato.
FASE 3: Posicionamiento competitivo de la marca política.
El objetivo de esta fase reside en la identificación del posicionamiento de marca frente a los agentes públicos y privados que conforman el mercado electoral, y que de manera directa o indirecta influyen en el recorrido y aceptación de la marca política frente al electorado. Sus relaciones, responsabilidades, campos de actuación, la operatividad y coordinación de los distintos organismos del que depende, en gran medida, el éxito del Plan de Marketing político y electoral.
Con este informe también se pretende distribuir coherentemente las funciones de cada una de las agrupaciones bajo las mismas siglas políticas, los equipos funcionales y fieles a la marca, sus prescriptores y colectivos afines al proyecto político.
Esto podrá redundar en agilizar procesos y una mejor planificación no sólo dentro del partido político, sino de las actividades políticas a realizar en todo el territorio que abarque el área de venta del producto o productos políticos.
FASE 4: Diagnóstico Político Integrado (Análisis DAFO)
Una vez llevado a cabo el análisis de los aspectos básicos tanto territoriales como socioeconómicos, la elaboración del PMP proseguirá con la elaboración de un diagnóstico político integrado en el que se determinarán los factores sobre los que incidir, y que nos permitirán, a posteriori, proponer acciones de mejora o correcciones, si fuera necesario.
Este análisis comprende el estudio de las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades que están presentes en el ámbito de actuación del plan de marketing político.
Para llevar a cabo este análisis se habrán tenido en cuenta elementos relacionados con el territorio, elecciones o periodos electorales anteriores, situación socioeconómica actual, demanda, oferta, recursos y productos políticos, comercialización de marca, comunicación política, cualidades y desventajas de otros partidos políticos o líderes de opinión pública.
FASE 5: Propuesta de estrategias y programas.
Esta fase se dirige a elaborar una propuesta de estrategias políticas asociadas, las cuales contienen unos objetivos y programas basados en todos los datos recogidos anteriormente ¿Hasta dónde pretendemos llegar con los recursos que tenemos? ¿Cuáles son esos objetivos realistas y alcanzables? ¿Qué metas intermedias podemos ir alcanzar?.
Para ello, es importante incluir los datos más relevantes del análisis DAFO, datos de los informes realizados, estudio de candidaturas y líder político competidor, oferta política de otros partidos y formaciones en activo.
El objetivo principal de esta propuesta es poder acometer una serie de acciones, que ofrezcan a la marca y partido político los elementos necesarios para aumentar los niveles de competitividad política.
Algunos ejemplos de objetivos políticos pueden ser el incremento en el número de votos referente a elecciones anteriores, aumentar la presencia de la marca política en los medios de comunicación, desarrollar x número de productos políticos a comunicar, realizar cursos de comunicación política, visitar un determinado número de agrupaciones o colectivos, mejorar la oratoria política, realizar una serie de encuetas programadas en la agenda electoral, etc.
FASE 6: Elaboración de acciones.
En esta última fase se determinan las acciones y tácticas políticas encargadas de aumentar la competitividad del producto político, de lograr conversión al convertir seguidores en posibles votantes, y serán estas actividades quienes actúen a modo de indicadores para cuantificar el grado de cumplimiento de los objetivos recogidos al inicio del plan de marketing político.
Para desarrollar cada uno de los programas que articulan las estrategias propuestas en la fase anterior se deben plantear varias acciones por programa y con diferente grado de prioridad.
PLAN DE ACCIÓN POLÍTICO
Terminado el diseño del plan llega la fase de ejecución de este, su puesta en marcha atendiendo a cada una de las acciones previamente descritas y que servirán de índice de trabajos a iniciar. Ahora es el momento de implementar las estrategias que puedan dar ventajas competitivas respecto a los competidores del mercado.
Además, desde este mismo instante comienzan las funciones de control y seguimiento de las actividades, su grado de cumplimiento, posibles desviaciones, incluso las más que probables modificaciones a medida que avanza la puesta en marcha del plan de marketing. Toda planificación puede sufrir cambios, tiene que ser flexible.
Es frecuente y normal que ocurran contratiempos o imprevistos no contemplados durante la redacción del plan y por consiguiente habrá que adaptarse a la fotografía actual del momento.
Finalmente, todo mapa político no deja de ser un documento que hay que trabajar, entender y en muchos casos adaptar, más aún en la política actual tan llena de cambios y momentos con altibajos.
El mejor plan de marketing político es aquel que se empieza a ejecutar, que se empieza a escribir.