Muy pronto puede que te toque a ti pero ¡no te agobies! espera, déjame decirte algo antes por favor.
Tras las recientes elecciones en muchos países, que abarcan desde el ámbito municipal hasta el nacional, se abre un periodo de aparente calma en la esfera política, solo aparente. Sin embargo, esta pausa electoral no implica para nada inactividad. Todo lo contrario, es un momento crucial para que los partidos políticos, independientemente de su ideología o tengan la dimensión que tengan, inicien un proceso de renovación política, cambio o respaldo de liderazgos políticos y preparación de los próximos comicios electorales.
Si quitamos el periodo de la ejecución recomendable de una campaña electoral, que va entre los 6 y 12 meses, pongamos por ejemplo para mayo de 2027 en España, estamos hablando de que en menos de un año, si, en septiembre de 2025, empezamos a preparar las actividades específicas de tu próxima campaña electoral.
Cuando se llega al ecuador de la legislatura, ya queda menos tiempo hacia delante que el pasado hacia detrás. ¡Pero Isaac, si solo hace poco más de un año que fueron las últimas elecciones en mi pueblo! Ya, es lo que tiene el tiempo en la política, no va rápido, ya pasó.
La importancia de la renovación del liderazgo político
La renovación de los liderazgos, en una amplia mayoría de escenarios, es esencial para cualquier partido que aspire a mantenerse relevante y competitivo. Renovar puede significar continuar con el líder actual o buscar un revulsivo que nos de mejores resultados. Una metamorfosis política que busque un mejor resultado o al menos diferente.
Piensa que en unas elecciones nacionales, los factores partido político y candidato representan el 60% de la decisión de voto, el resto son apartados como todo lo que representan los medios de comunicación, redes sociales, el boca a boca, el resto del equipo, etc.
A cambio, en unas elecciones municipales, el reparto de importancia de los factores que determinan la intención de voto es más uniforme y todos esos apartados tienen un peso muy similar aunque siempre el factor líder o candidatos es el más predominante.
Identificar y fomentar nuevos líderes o lideresas no solo representa un acto de supervivencia política, sino también de evolución y adaptación a las nuevas demandas ciudadanas. Este proceso de salud democrática, no se limita solamente a las figuras de alto perfil; debe incluir a todos los niveles del partido, desde los líderes locales hasta los nacionales. De ahí viene que tras pasado el primer año aproximadamente desde la última cita electoral y una vez asentados los nuevos proyectos tanto de gobierno como de oposición, se vaya pensando en operativas internas y orgánicas en los partidos políticos.
Para lograrlo, los partidos deben realizar un análisis exhaustivo de las cualidades y habilidades necesarias de sus líderes futuros, en mi último libro sobre liderazgo político Maestro de Sombras, hablo bastante sobre este tema. No se trata solo de experiencia y conocimiento, sino de habilidades para inspirar confianza, demostrar integridad y tener una visión clara del rumbo que debe seguir el partido.
Vemos el ejemplo tan presente ahora de Joe Biden, donde el partido demócrata en los Estados Unidos se está preguntando si debieron o no haber hecho el trabajo de proponer la renovación del presidente americano antes de que ocurriera el famoso debate televisivo del que todo el mundo y los medios de comunicación hablan estos días. ¿Por qué llegar a estos extremos? Por una cosa que se llama poder, el poder te absorbe, te embriaga, te confunde.
Más de cerca nos tocan los casos socialistas en España, muestra de ello son las renovaciones de los cabeza de proyectos en Madrid, Castilla y León y Andalucía. En menos de un mes Juan Lobato, Luis Tudanca y Juan Espadas han dejado de dirigir los proyectos en sus respectivas comunidades y vienen por lo tanto nuevos aspirantes a competir por gobernar sus comunidades autónomas.
Por los años de experiencia, si una cuestión me ha quedado clara en los proyectos de consultoría política que he tenido que afrontar, ha sido la de que los líderes deben ser inclusivos y capaces de unir a los distintos sectores del partido en torno a un objetivo común. ¡Es la tarea más difícil! El peso del ego en estos casos es devastador. Solo con la autocrítica y la capacidad de dar un paso al lado, en aquellos casos que sea necesario, se puede construir una nueva base sólida y cohesionada capaz de enfrentar los desafíos futuros del partido y del equipo. No se trata de tropezar y tropezar una y otra vez, cuando no se puede, no se puede.
Motivando y preparando a los equipos políticos
La motivación de los equipos internos es otro pilar fundamental durante este periodo, se dedica muy poco tiempo a este apartado. Es el momento de evaluar el desempeño en las recientes elecciones y aprender de los errores y aciertos. Fomentar un ambiente de trabajo colaborativo y positivo es crucial para mantener la moral alta y garantizar que todos los miembros del equipo se sientan valorados y escuchados.
La capacitación continua es clave para mantener a los equipos motivados, ilusionados y preparados. Invertir en programas de formación política y en la adquisición de nuevas habilidades puede hacer una gran diferencia en la efectividad de las futuras campañas. Equipos bien entrenados y cohesionados están mejor preparados para enfrentar los retos de una campaña electoral y para trabajar de manera más eficiente.
Ya te digo que ganar elecciones pasa por planificar con tiempo las campañas electorales o de carácter interno que permiten a los partidos políticos desarrollar estrategias sólidas, definir esos mensajes clave, identificar segmentos del electorado que se nos pueden haber pasado por alto y planificar actividades de comunicación mucho más llamativas y atrayentes.
Además, si quieres llamar la atención de la ciudadanía, hay vida más allá de la educación, la seguridad, la inmigración y todas las temáticas que suelen ser las llamémoslas tradicionales, las del “llover sobre mojado”. Toca renovar argumentos y narrativas que vayan en la línea de buscar otra y nueva conversación social, como si tengo que hablar del ciclismo de alta montaña, lo bueno de comer saludable o de mi última excursión por el Cabo de Gata.
Escucha de verdad a la ciudadanía y responde con propuestas concretas y realistas, si quieres sin renunciar a los principios fundamentales de tu partido, principios fundamentales no únicos e indefendibles. Solo un porcentaje muy pequeño pertenece hoy en día a las filas de un partido, un público mucho más amplio, la gran mayoría de posibles votantes, ni son seguidores, ni afiliados, ni mucho menos fanáticos de unas siglas. ¿No te has preguntado alguna vez por qué hay tanta abstención a la hora de votar en unas elecciones?
El liderazgo va más allá de la ideología, la gente compra gente y no tienes por qué sentirte rehén de los argumentarios de un partido, puedes tener tu propia idea y transmitirla respetando, eso sí, el partido al que perteneces y te da la oportunidad de participar en esto que llamamos política.
Por lo tanto, el periodo posterior a las elecciones es una oportunidad importantísima para que los partidos políticos se fortalezcan internamente y se preparen para lo que les viene encima: cambios de escenarios políticos, mociones de censura, la renovación de los liderazgos, la motivación y preparación de los equipos, la planificación anticipada de las campañas y la creación de nuevos argumentos son elementos esenciales para cualquier partido que aspire a ganar la confianza del electorado en 2027.
La política es un campo dinámico que requiere de constante adaptación y evolución, que te voy a contar a estas alturas que ya no sepas. Aquellos partidos que logren entender y aplicar estos principios estarán mejor posicionados para enfrentar con éxito las próximas elecciones, de eso no tengo ninguna duda.
La clave está en la proactividad y en la capacidad de reinventarse sin perder la esencia de la democracia y donde cualquier persona pueda participar en la mejora de su ciudad o país.